El miedo a perderlo todo en la vida puede ser extremadamente agotador. Lo más probable es que incluya el miedo a perder a alguien, o bien a perder el control, el trabajo o el dinero.
Por lo tanto, la única clave para librarse de este temor consiste en darse cuenta de la naturaleza intrínsecamente temporal de las cosas materiales que hay en nuestras vidas.
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Los motivos más habituales por los que surge el miedo a perderlo todo
Existen varios motivos por los que puede aparecer el miedo a perderlo todo. Sin embargo, a continuación tienes una lista de los más comunes, para que así dispongas de un punto de partida que te permita arrojar luz sobre tu caso concreto.
Divorcio
Tus padres se separaron cuando eras pequeño y tuviste que criarte en un hogar caótico.
Pérdida de seres queridos
Tuviste que afrontar la pérdida de un ser querido (tu madre, tu madre, tu abuela, etc.) cuando eras pequeño.
Miedo heredado
Tus padres ya sufrían el miedo a perderlo todo. Por lo tanto, lo has heredado de ellos.
Guerra
Has experimentado la guerra y lo que se siente al perder familiares, otros seres queridos y pertenencias.
Enfermedad
Es posible que hayas visto cómo una enfermedad grave golpeaba a un ser querido.
Infidelidad
Tu pareja te ha engañado con otra persona.
Traición
Un amigo de toda la vida ha traicionado tu amistad cuando más le necesitabas.
Cuidadores
Algún tipo de cuidador (por ejemplo, un profesor) te trató mal y te menospreció.
Falta de seguridad
Tus padres no te proporcionaron la seguridad que querías tener en tu infancia.
Exceso de ansiedad
Tus padres estaban constantemente preocupados en exceso por tu bienestar.
Acoso
Fuiste víctima de acoso en el colegio o en el instituto, por lo que buscas un entorno estable.
Enfermedades mentales
Las enfermedades mentales, como la depresión, también pueden ser la causa del miedo a perderlo todo.
¿En cuál de los puntos anteriores te reconoces? ¿Se te ocurren otras causas que podrían explicar tu miedo a la pérdida?
Los síntomas más comunes del miedo a perderlo todo
Los síntomas de la ansiedad producida por la pérdida pueden variar dependiendo de cada persona. Sin embargo, siempre hay ciertos síntomas que apuntan claramente a ese tipo de ansiedad.
Así que aquí tienes algunos de los más habituales que están relacionados con el miedo a la pérdida:
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- Celos infundados: ¿pierdes los papeles cuando tu pareja está hablando con otra persona?
- Invasión del espacio personal: ¿quieres pasar cada minuto de tu tiempo libre con tu pareja?, ¿le limitas su vida y no le dejas espacio libre?
- Control compulsivo: ¿agobias a la gente que te rodea (por ejemplo, colegas del trabajo) y sientes el deseo de controlar sus acciones?
- Reconocimiento: ¿buscas constantemente el reconocimiento de otras personas y quieres que los que te rodean te aplaudan?
- Baja autoestima: ¿sueles sentir que no vales nada, que eres insignificante o que eres mucho peor que otras personas?
- Desconfianza: te resulta increíblemente difícil confiar en los demás y dejar a un lado tus dudas constantes.
- Miedo a la enfermedad: temes continuamente que una enfermedad grave de trastoque la vida.
- Reacciones exageradas: hasta las cosas insignificantes (por ejemplo, que tu pareja no haya sacado la basura) hacen que pierdas los estribos.
- Pesimismo constante: sólo ves el lado negativo de las cosas y temes que el mundo se pueda terminar en cualquier momento.
- Sobreprotección: intentas proteger constantemente tu entorno de todo tipo de peligros.
- Dependencia emocional: necesitas tener gente a tu lado en todo momento. Estar solo te horroriza.
- Susceptibilidad al estrés: experimentas un estrés por encima de la media que te deja abatido en cuanto tu mundo ideal empieza a tambalearse.
Cómo superar el miedo a perderlo todo
Este miedo está relacionado con ideas y comportamientos irracionales, y puede surgir después de algún tipo de experiencia traumática, como una ruptura sentimental. Esto puede hacer que tus sentimientos se transformen por completo y que te parezca que has perdido el control sobre tu vida.
Por lo tanto, tienes que desarrollar un sistema para identificar este miedo cuando te invada, además de seguir una serie de consejos para poder superarlo antes de que te supere a ti.
Averigua los desencadenantes y las causas
Lo primero que deberías hacer es pensar detenidamente en las situaciones en las que te sientes especialmente ansioso. Si detectas un patrón, podrás realizar un esfuerzo consciente para evitar estas situaciones.
Por ejemplo, cuando tienes una discusión acalorada con tu pareja, ¿siempre tienes la sensación de que se trata de una situación de vida o muerte?
Pues habla con él o con ella para que pueda reaccionar de forma más comprensiva y evitar que esas discusiones vuelvan a alcanzar niveles extremos.
Reflexiona sobre tu pasado y recuérdate continuamente que ese pasado está cerrado, y que no hay ningún motivo por el que esas experiencias deban repetirse en el presente y en el futuro.
Por supuesto, el desencadenante no es lo mismo que la causa. Porque el miedo a perderlo todo debe haber surgido a raíz de alguna situación de tu vida.
Sin embargo, determinar esto resulta un poco más difícil. Si tienes alguna duda, es recomendable buscar la ayuda profesional de un coach o un terapeuta.
Rompe los patrones
Si siempre asumes que ocurrirá lo peor, estarás preparado para el dolor que pueda surgir. Pero esa preparación no hará que te sientas mejor. De hecho, es justo al contrario. Porque si piensas de forma positiva, tus sensaciones serán muy diferentes.
El motivo es que estarás más relajado y lo transmitirás a tu entorno. Así que debes romper los patrones de pensamiento negativo e interiorizar que todo acabará saliendo bien: incluso si acabas decepcionado o herido, podrás sobrevivir a la situación.
Refuerza tu autoestima
Por desgracia, mucha gente piensa cosas como “mi pareja me dejó porque no merezco la pena”. Sin embargo, este sistema de creencias está completamente equivocado. Hay personas que creen que no merecen el amor.
Pero lo cierto es que cuando alguien te abandona, puede deberse a muchos motivos diferentes. Y en cualquier caso, mereces que te quieran. Ése es el motivo por el que resulta extremadamente importante que refuerces tu autoestima.
Cuanto más fuerte sea, menos probable será que tengas miedo a perderlo todo.
Cambia la imagen que tienes de ti mismo
Tu autoestima va de la mano de la imagen que tienes de ti: ¿Cómo te percibes?, ¿Quépiensas de ti mismo?, ¿te parece que eres alguien fuerte que está en paz consigo mismo a pesar de sus defectos? Si no es así, deberías trabajar en ello.
Porque eres mucho más de lo que piensas. Puedes conseguir y experimentar cualquier cosa, y empezar una y otra vez si lo deseas. No necesitas a nadie más ni tener cierto estatus para ser fuerte, feliz y tener éxito.
La felicidad está en tu interior. Una vez que asumas esto, tendrás una imagen más positiva de ti mismo y evitarás el miedo a perderlo todo.
Reduce tu nivel de estrés
La ansiedad por la pérdida suele ir acompañara de estrés. El problema es que cuanto mayor sea tu nivel de estrés, mayor será tu miedo a perderlo todo. Por este motivo, es muy importante que reduzcas de forma significativa tu estrés.
Para ello puedes recurrir a distintos métodos, como la meditación, el entrenamiento autógeno, el Pilates, el yoga o la relajación muscular progresiva.
Lo más importante en este sentido es que te asegures de que los métodos adecuados formen parte de tu vida cotidiana, para que así no se extienda tu miedo a perderlo todo.
Céntrate en lo positivo
Con el corazón en la mano: ¿cuántas veces te han llegado a pasar todas esas cosas horribles que te has imaginado mientras estabas tumbado en la cama? Con toda probabilidad, nunca.
Y otra pregunta relacionada: ¿cuántas veces te han pasado en la vida cosas buenas que han dibujado una sonrisa en tu cara? ¡Seguro que con bastante frecuencia! Pues ésas son las cosas en las que debes centrarte.
Porque las experiencias positivas son las que nos impulsan, y nos proporcionan tanto la fuerza como la valentía para seguir adelante.
Exprésate
Es muy importante que no te guardes para ti el miedo a perderlo todo. Ése es el motivo por el que deberías tener en tu vida a personas con las que puedas hablar abiertamente sobre todo lo que te preocupa.
Así que si hay alguna persona en tu familia o en tu círculo de amigos que crees que pueda ayudarte, reúne el valor necesario y ábrete con esa persona. A veces, dejar salir las cosas hará que te sientas liberado.
Elimina tus dependencias
¿De quién dependes para ser feliz? ¿De tu pareja? ¿De tus amigos? ¿De tus colegas del trabajo? ¿De tus familiares? Pues tienes que conseguir que tu felicidad dependa sólo de ti mismo.
Si no lo haces, tendrás una dependencia emocional que te acabará haciendo daño en el largo plazo. Por este motivo, a veces es importante terminar ciertas relaciones que podrían llegar a hacerte daño.
Comprende tu miedo a perderlo todo
El miedo a perderlo todo tiene su origen. Como ya habrás descubierto, normalmente dicho origen se encuentra en la infancia. Por lo tanto, es importante que averigües cuáles son los sucesos que podrían explicar tus temores.
Un consejo útil en este sentido es que cojas papel y bolígrafo para hacer una lista de todos esos sucesos que podrían ser el origen de tu miedo.
Coaching
Cada vez más y más personas se benefician de las ventajas del coaching. El motivo es que los resultados pueden llegar a ser muy destacables. Además, en el mercado podrás encontrar multitud de coaches que se especializan en el miedo a la pérdida.
Así que si todavía no has asistido a una sesión de coaching para tratar de solucionar este problema, te recomiendo que le des una oportunidad.
Cambia tu forma de ver las pérdidas inevitables
La realidad es que la pérdida es inevitable. Todos acabaremos por perder relaciones, situaciones y estados de ánimo que disfrutamos y amamos. Incluso si evitamos establecer vínculos, hasta cierto punto tenderemos a estar cómodos con ciertas personas y circunstancias.
Se podría decir que esto es lo que hace que la vida sea bonita y que tenga un propósito: como nada dura para siempre, cada momento proporciona posibilidades únicas que merece la pena valorar y saborear.
Sin embargo, también se podría afirmar que esto es lo que hace que la vida sea algo trágico: todo es efímero y se acabará desvaneciendo.
Por lo tanto, la manera en que decidamos ver las cosas determinará cómo las experimentaremos.
¿Prefieres considerar que todo es valioso o que nada tiene sentido? Si eliges la primera opción, podrás reconocer que cada pérdida ofrece la oportunidad de obtener ganancias en el futuro: nuevas relaciones, experiencias y estados de ánimo que es posible que nos satisfagan de formas que no podemos predecir.
Por supuesto, esto sólo puede suceder si confiamos en nuestra capacidad para reconocer y crear estas nuevas conexiones y situaciones.
Pero todos tenemos el potencial de conseguirlo.
Por otro lado, hay algunas pérdidas que nos parecen devastadoras cuando las experimentamos. Y a veces, la ganancia no es proporcional a la pérdida.
Sin embargo, de alguna forma nos las arreglamos para sobrevivir después de casi cualquier tormenta. Salir adelante es algo que depende de nosotros.
Se trata de una decisión que debemos tomar de forma proactiva. No en respuesta a lo que tememos, sino a lo que realmente queremos sentir y hacer en la vida.
Y para concluir, plantéate dos preguntas: ¿por qué tienes miedo a perderlo todo?, ¿estás listo para confiar en ti mismo y en tu capacidad para salir adelante?