El mundo moderno no siempre es un lugar acogedor para las personas que saben de todo. Debido a ello, muchos de esos individuos crecen con una sensación de baja autoestima y otros problemas mentales.
Además, una persona que sabe de todo (también conocida como multipotencial) suele tener una adolescencia caracterizada por la depresión, la ansiedad, el agobio, los dilemas existenciales y la culpa por su incapacidad para decidirse o por cambiar de dirección continuamente.
Pero lo cierto es que estas personas no carecen de un destino o un propósito. Existe un buen motivo que explica esa curiosidad insaciable: son personas capaces de revolucionar las cosas, de crear algo nuevo, de resolver problemas complejos y multidimensionales, y de mejorar la vida de las personas a su manera.
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Personas que saben de todo
A lo largo de la historia ha habido muchas personas conocidas por sus habilidades y conocimientos excepcionales sobre una amplia variedad de campos.
Estos individuos, normalmente conocidos como polímatas u hombres del Renacimiento, son conocidos por su capacidad para asimilar y comprender ideas y problemas complejos en multitud de disciplinas, lo que hace que sean adecuados para ejercer el papel de líderes en muchos campos distintos.
Una de las características clave de estas personas es su capacidad para pensar de forma crítica y creativa, y para abordar los problemas desde varios puntos de vista. Son capaces de recurrir a sus diversos conocimientos y habilidades para pensar en soluciones innovadoras a problemas complejos.
Ése es el motivo por el que suelen estar considerados como referentes en sus respectivos campos.
Hay muchos ejemplos famosos de personas que han sido descritas como polímatas u hombres del Renacimiento, incluyendo a Leonardo da Vinci, a Benjamin Franklin y a Albert Einstein.
Estos personajes son conocidos por sus logros y talentos excepcionales en una gran variedad de disciplinas, y suelen usarse a modo de ejemplo de lo que supone ser una persona que sabe de todo.
Ahora bien, por muy atractivo que pueda parecer el concepto de polímata u hombre del Renacimiento, es importante tener en cuenta que no se trata de un objetivo factible ni realista para la mayoría de las personas.
No es posible que un individuo llegue a ser un experto en todos los campos existentes.
Es más, intentarlo podría ir en detrimento de la posibilidad de destacar en una disciplina concreta.
Por lo tanto, en lugar de eso es mejor centrarse en desarrollar una base sólida de conocimientos y habilidades en uno o varios campos.
A partir de ahí, es posible seguir buscando nuevas oportunidades para aprender y para seguir estando al día en dichos campos, manteniendo así el nivel de competitividad.
Ahora bien, aunque para la mayoría de la gente no sea posible convertirse en polímatas u hombres del Renacimiento, ser una persona que sabe de todo sigue teniendo muchas ventajas.
Entre dichos beneficios se incluyen la mejora en la capacidad para resolver problemas y pensar de forma crítica, una mayor adaptabilidad y capacidad de comunicación, y un aumento de las oportunidades profesionales.
Buscando ocasiones para aprender y haciendo un esfuerzo continuo en ampliar las habilidades y conocimientos, es posible acercarse más al ideal de una persona que sabe de todo en una gran variedad de disciplinas, incluso sin llegar a ser un experto en todas ellas.
Características de una persona que sabe de todo
Una persona que sabe de todo es un individuo con una gran variedad de intereses y habilidades, además de ser capaz de destacar en multitud de campos o disciplinas. Algunas de las características que suelen asociarse con este tipo de personas incluyen las siguientes:
Versatilidad
Suelen ser capaces de adaptarse y destacar en distintos campos y situaciones. Normalmente pueden aprender cosas nuevas con rapidez, y también poseen la capacidad de pasar con facilidad de una disciplina a otra.
Curiosidad
Estas personas suelen tener un fuerte sentido de la curiosidad, por lo que siempre están buscando nuevos conocimientos y experiencias. En general, muestran interés por una gran variedad de temas, y están dispuestos a probar cosas nuevas y a explorar otras áreas de conocimiento.
Creatividad
Las personas que saben de todo suelen ser muy creativas, y también son capaces de pensar en soluciones innovadoras a problemas. En concreto, pueden recurrir a distintos conocimientos y habilidades para afrontar problemas desde distintos puntos de vista y para encontrar soluciones únicas a los mismos.
Adaptabilidad
En general, estas personas son capaces de adaptarse rápidamente a situaciones y entornos nuevos. También pueden abrirse camino en una gran variedad de escenarios.
Capacidad de resolución de problemas
Normalmente tienen una gran habilidad para resolver problemas, ya que son capaces de utilizar su gran variedad de experiencias y conocimientos para dar con soluciones creativas a problemas de gran complejidad.
Capacidad de comunicación
Estas personas suelen tener una excelente capacidad de comunicación, por lo que pueden transmitir ideas complejas a una gran variedad de audiencias de manera efectiva.
Personas que saben de todo: ¿caprichosas o innovadoras?
No ser “el mejor” no implica ser un mediocre. Existe un término medio entre ser el mejor a nivel mundial y demostrar una completa mediocridad.
Aunque una parte de sus intereses no duran mucho tiempo, las personas que saben de todo suelen tener una gran capacidad en relación con una serie de disciplinas específicas. De hecho, estos individuos pueden llegar a ser considerados como expertos.
Una forma más precisa para describir a una persona que sabe de todo sería algo así como “aprendiz de mucho, maestro de algo”. Dicho eso, es posible realizar un gran trabajo siendo lo bastante competente en una disciplina concreta, y combinando esa capacidad con creatividad y entusiasmo.
Síntesis de ideas
Estas personas poseen una excelente capacidad de síntesis. Por lo tanto, se les da muy bien combinar dos o más conceptos para crear algo nuevo en la intersección de todos ellos.
Aprendizaje rápido
Pueden comprender conceptos y adquirir habilidades con gran rapidez por tres motivos principales:
- Entienden lo que se siente siendo un novato (por ejemplo, la sensación de avanzar a tiendas en la oscuridad).
- Son apasionados (o incluso obsesivos) con las cosas que les fascinan.
- Es raro que partan de cero cuando les interesa algo nuevo, ya que hay muchas habilidades que se pueden extrapolar a distintas disciplinas.
Perspectiva amplia
Son capaces de entender cómo se conectan las ideas específicas para formar conceptos más amplios. Ven la imagen general y les encantan las tormentas de ideas, además de concebir proyectos con altura de miras y pensar en nuevas formas de hacer mejor las cosas.
Relaciones y conexiones
Estas personas establecen conexiones de forma natural, no sólo porque les encanta conectar con otras personas a nivel emocional, sino también porque les gusta ayudar a esas otras personas a comprender y conectarse entre sí.
Consejos para personas que saben de todo
Aquí tienes algunas cosas que te ayudarán a afrontar ese ímpetu por “perseguir sueños” siendo una persona que sabe de todo.
No pasa nada por tener varios talentos y pasiones
De hecho, está más que bien. ¡Es algo fantástico! En este mundo que está continuamente creciendo y cambiando, necesitamos más personas que sean capaces de adaptarse con facilidad para asumir roles cambiantes.
También hacen falta más personas que resuelvan problemas y piensen de forma creativa. Por lo tanto, una persona que sabe de todo no es una pieza deforme que no encaja en el rompecabezas, sino una pieza del mismo que se necesita con desesperación.
Aprende a combinar tus habilidades
Normalmente es posible encontrar un punto óptimo en la intersección entre dos o más habilidades o pasiones. La combinación única de distintas disciplinas puede llegar ser la próxima idea innovadora que destaque en este mundo uniforme.
Recuerda que tu comportamiento no es caprichoso
Muchas veces, estas personas se torturan a sí mismas por sentirse caprichosas o extravagantes debido a que se aburren tras dominar una habilidad y entonces quieren pasar a otra cosa. Para ser sinceros, hay veces en las que una persona que sabe de todo puede ser caprichosa.
Sin embargo, el hecho de que tengas muchos sueños y te gusten muchas cosas no quiere decir que seas caprichoso. Así que no te sientas mal por el hecho de que te interese otra cosa más. Disfruta de ello, aprende y aplica tus nuevos conocimientos.
Aprende a ser disciplinado (de la forma que mejor te funcione)
Aunque no seas necesariamente caprichoso por gustarte muchas cosas, ese rasgo puede convertirse en una debilidad si no desarrollas primero la disciplina. El motivo es que cuando te interesan tantas cosas, a veces puede ser difícil destacar en algo.
Y es que ser una persona que sabe de todo implica una gran fortaleza. Sin embargo, resulta muy útil poner en práctica la disciplina y dedicar cierto tiempo a perfeccionar una o dos habilidades.
Por supuesto, no hace falta que seas el mejor en ninguna de ellas, aunque a veces debemos ceñirnos a algo durante el tiempo suficiente como para poder trabajar y vivir (a menos que encuentres un jefe que te apoye en todas tus iniciativas).
Es posible que no uses todas tus habilidades continuamente
Si eres una persona que sabe de todo, lo más probable es que no encuentres un puesto de trabajo en el que utilices todas y cada una de tus pasiones y habilidades. Es posible que haya un trabajo que combine algunas de ellas, o que puedas trabajar por tu cuenta combinando varios de esos intereses.
Sin embargo, no te desanimes si no eres capaz de encontrar una forma de usar todas tus habilidades en un único trabajo. Además, también podrías usar algunas de esas capacidades en tu “trabajo de verdad” mientras dedicas tu tiempo libre a otras de tus pasiones.
De hecho, puedes considerarlas como aficiones, o incluso como un trabajo secundario.
Pregúntate qué es lo mejor para esta etapa de tu vida
Si tienes más de tres intereses, es posible que no dispongas de tiempo a lo largo de la semana para hacer todo lo que deseas. Sin embargo, eso no quiere decir que debas rendirte. Es posible que en un momento de tu vida tengas que centrarte en pulir alguna de tus habilidades para poder llegar a vivir de ella.
Sin embargo, esta situación podría cambiar más adelante, cuando adquieras otras habilidades y conocimientos. Por lo tanto, no te desanimes si no dispones de tiempo para desarrollar una habilidad que te interese en un momento dado, ya que es posible que puedas dedicarle más tiempo en el futuro.
Prueba distintas cosas
A veces no puedes saber cuánto te apasiona algo de verdad hasta que no lo haces durante un tiempo. Y esto es especialmente importante si eres una persona que sabe de todo.
Por ejemplo, hay muchas personas que empiezan un blog con un montón de entusiasmo pero lo acaban abandonando porque después de unos meses se dan cuenta de que no es algo que quieran seguir haciendo a largo plazo. Pero a veces no lo sabes con seguridad hasta que no lo pruebas.
Pero no pases a otra cosa demasiado pronto
Hace falta cierto tiempo para que un sueño despegue. Siguiendo con el ejemplo del blog, hay que tener en cuenta que deben pasar al menos 1-3 años hasta que tus esfuerzos permitan lograr resultados relevantes. Eso implica perseguir algo durante mucho tiempo sin tener evidencia de su “éxito”.
Así que céntrate en un sueño durante una temporada. Y asegúrate de pensarlo bien antes de ponerle fin a un sueño. Analiza qué es lo que funciona y lo que no.
Pregunta a amigos de confianza y a otras personas que trabajen en tu mismo campo. Desarrolla las habilidades que puedas necesitar para que tu sueño funcione. Y dale algo de tiempo.
No consideres un sueño frustrado como una oportunidad perdida
Si eres una persona que sabe de todo, es posible que hayas perseguido un sueño, una habilidad o un campo de estudio para acabar por abandonarlo de forma repentina con el fin de pasar a otra cosa.
En ese caso, te podrías haber sentido culpable, o incluso pudiste haber pensado que derrochaste un tiempo que no volverías a recuperar. Sin embargo, debes dejar de considerarlo como una oportunidad perdida y empezar a verlo como un conocimiento que has adquirido.
Es posible que no vuelvas a mostrar interés por ese tema, pero sí que podrías volver a aplicar las habilidades o los conocimientos que adquiriste en otras situaciones.