Multipotencial
Pau NinjaLos teléfonos inteligentes, TikTok, Instagram y otras tecnologías de redes sociales te ayudan a estar conectado. Has nacido con el impulso de conectar con los demás. Es bueno para tu salud física y tu bienestar psicológico.
Pero, ¿y si te encuentras demasiado enganchado a las redes sociales?
Cada vez hay más pruebas que sugieren que algunas personas pueden desarrollar una dependencia de las redes sociales similar a la adicción al alcohol o las drogas.Su dependencia excesiva de los medios sociales ha provocado síntomas típicamente asociados al trastorno por consumo de sustancias.
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¿Qué es la adicción a las redes sociales?
Tanto si utilizas las redes sociales para conectar con amigos y seres queridos, ver vídeos o simplemente «matar el tiempo», la popularidad de este pasatiempo ha aumentado significativamente en la última década.
Esto ocurre especialmente en niños y adolescentes, así como en adultos jóvenes y de mediana edad.
Entonces, ¿cómo se convierte un pasatiempo aparentemente inofensivo en una «adicción»?
Al igual que otros tipos de adicciones conductuales, el uso de las redes sociales puede influir en tu cerebro de forma perjudicial.
Puedes utilizar los medios sociales de forma compulsiva y excesiva. Puedes acostumbrarte tanto a desplazarte por las publicaciones, imágenes y vídeos que interfiera en otras áreas de tu vida.
Algunos expertos calculan que hasta el 10% de la población occidental padece adicción a las redes sociales. Sin embargo, debido a lo común que es el uso de las redes sociales en general, el número de adictos puede ser mayor.
No todas las personas que utilizan las redes sociales desarrollan una adicción. Sin embargo, dado que esta actividad es cada vez más accesible a más personas, es posible que más personas desarrollen una adicción a las redes sociales en algún momento de su vida.
El “bucle de dopamina”
El uso de las redes sociales puede conducir a una adicción física y psicológica porque desencadena el sistema de recompensa del cerebro para liberar dopamina, la sustancia química del «sentirse bien».
La dopamina es en realidad un neurotransmisor (un mensajero químico entre neuronas) que interviene en el funcionamiento neurológico y fisiológico.
Es la misma sustancia química que libera nuestro cerebro cuando comemos, mantenemos relaciones sexuales o jugamos, o cuando utilizamos nuestros teléfonos inteligentes.
Para algunos usuarios de los medios sociales, su cerebro puede aumentar la dopamina cuando se relacionan con Facebook, TikTok, Instagram u otras plataformas de medios sociales.
Cuando un usuario recibe un «me gusta», un «retweet», una notificación con un emoticono, el cerebro recibe una avalancha de dopamina y la envía a lo largo de las vías de recompensa.
La sensación es maravillosa, pero también actúa para reforzar nuestra necesidad de satisfacer esa sensación la próxima vez.
Un conocido servicio de redes sociales que alberga vídeos cortos fomentó niveles tan altos de adicción entre sus usuarios que la empresa añadió una función de reducción de la adicción a la aplicación.
Este ciclo de motivación, recompensa y refuerzo es un «bucle de dopamina» que hace que los usuarios busquen, busquen, ansíen recompensas y más de ellas.
Utilizar las redes sociales como mecanismo de afrontamiento para aliviar el estrés, la soledad o la depresión también puede sugerir un problema.
Los usuarios compulsivos de las redes sociales tienden a aislarse. Persiguen ese sistema de recompensa constante, lo que puede provocar problemas interpersonales, como ignorar las relaciones de la vida real, las responsabilidades laborales o escolares y la propia salud física.
A su vez, se sienten mal por su comportamiento y, para escapar de esa sensación indeseable, redoblan su conducta en las redes sociales para aliviarse.
Cuando los usuarios de las redes sociales repiten este patrón cíclico de aliviar estados de ánimo indeseables con el uso de las redes sociales, aumenta el nivel de dependencia psicológica de las redes sociales.
¿Cuánto es demasiado?
¿Cómo saber si pasas demasiado tiempo en los medios sociales? Pide opinión a tus amigos o a un familiar. Si aún no estás seguro, intenta dejar de usar las redes sociales durante unos días.
Recuerda que romper cualquier hábito es un reto. Pero si te resulta realmente incómodo, eso justifica que le prestes atención.
Admitámoslo, el uso de las redes sociales es un hábito para la mayoría de nosotros. No hay nada malo en nuestros hábitos si no nos perjudican a nosotros mismos o a los demás. En realidad, pocos somos adictos a las redes sociales.
Para determinar si alguien corre el riesgo de desarrollar una adicción a los medios sociales, hazte estas seis preguntas:
- ¿Pasas mucho tiempo pensando en las redes sociales o planeando utilizarlas?
- ¿Sientes el impulso de utilizar cada vez más las redes sociales?
- ¿Utilizas las redes sociales para olvidarse de sus problemas personales?
- ¿Intentas a menudo reducir el uso de las redes sociales sin éxito?
- ¿Te inquietas o preocupas si no puedes utilizar las redes sociales?
- ¿Utilizas tanto las redes sociales que han tenido un impacto negativo en tu trabajo o en tus estudios?
Un «sí» a más de tres de estas preguntas puede indicar una adicción a las redes sociales.
¿Cuáles son los inconvenientes de la adicción a las redes sociales?
Participar en los medios sociales de vez en cuando es poco probable que sea perjudicial. Sin embargo, hay efectos negativos a tener en cuenta cuando se hace un uso excesivo de los medios sociales.
Algunos posibles efectos negativos de las redes sociales son:
- Baja autoestima, que puede deberse a la percepción incorrecta de que la vida de los demás es «mejor» que la tuya.
- Mayor aislamiento y soledad.
- Ansiedad o depresión.
- Aparición de un trastorno de ansiedad social.
- Miedo a perderse algo (FOMO), que puede llevar a utilizar aún más las redes sociales.
- Alteración de los patrones de sueño, especialmente si utilizas las redes sociales justo antes de acostarte.
- Disminución de la actividad física, que puede afectar a tu salud general.
- Malas notas o bajo rendimiento laboral.
- Ignorar las relaciones de tu vida «real.
- Menor capacidad para empatizar con los demás.
Signos de la adicción a las redes sociales
Comprueba contigo mismo cuántos de estos signos de adicción a las redes sociales se aplican a tu caso:
Lo primero que haces por la mañana es consultar las redes sociales
Esto también se aplica a cuando terminas la jornada laboral, o en cualquier otro momento del día en que tengas tiempo libre. Si tu primer instinto es coger el móvil, probablemente tengas una relación poco saludable con la tecnología.
Consultas las redes sociales durante la jornada laboral
Permitir que las webs entorpezcan tu productividad es un efecto directo de ser adicto a ellas. Todos conocemos la tentación de abrir Facebook o Instagram en otra ventana cuando estamos atascados en una tarea aburrida o difícil, pero también sabemos que esto nunca nos hace sentir mejor.
Te sientes ansioso cuando no puedes consultar tus redes sociales
Puede que te resulte familiar esa sensación de necesidad desesperada de comprobar y actualizar tus páginas en las redes sociales.
Si estar lejos de tu teléfono o sin Internet, y la perspectiva de no poder entrar en las redes sociales durante un tiempo, te hace sentir ansioso, es probable que tengas una adicción a las redes sociales.
Estás constantemente comprobando cómo van tus publicaciones…
…y dejas que esto influya en tu estado de ánimo. Las redes sociales deberían ser una forma divertida de interactuar con los amigos, no una tarea que te consuma la mente.
Si te preocupas por cuántos «me gusta» recibe una publicación tuya, es señal de que estás dando demasiada importancia a estas interacciones.
Si la forma en que la gente interactúa con tus publicaciones te afecta emocionalmente, es una señal desesperada de que necesitas averiguar cómo distanciar tu sentido del yo de las redes sociales.
Pasas mucho tiempo pensando y planificando tus publicaciones
Si eres culpable de esto, significa que las redes sociales no sólo ocupan gran parte de tu tiempo, sino también gran parte de tu espacio mental.
Esto no es bueno para la salud mental. Necesitas un descanso y tiempo para estar a solas con tus pensamientos. Permitir que las redes sociales obstruyan incluso tus pensamientos obstruye la claridad mental y la paz de espíritu.
Te parece oír el zumbido de tu teléfono, cuando en realidad no ha sido así
Ansías tanto el pequeño golpe de dopamina que te dan las notificaciones del teléfono que tu mente se ha imaginado una. No digas más.
Descuidas tus aficiones en favor del scroll
A veces, en lugar de participar en las actividades analógicas que sabemos que nos gustan, pasamos el tiempo haciendo scroll sin parar. Al hacerlo, no obtenemos la satisfacción que habría supuesto dedicar ese poco de tiempo a esa afición.
Cuando las actividades analógicas significativas pasan a un segundo plano, es señal inequívoca de que hemos dejado que nuestros hábitos en las redes sociales secuestren nuestra vida.
¿Necesitas una desintoxicación digital? 5 consejos para desconectar
La desintoxicación digital es un periodo de tiempo acordado en el que personas, empresas, familias u otros grupos se comprometen a dejar sus teléfonos y alejarse de sus ordenadores para poder concentrarse en conversaciones, actividades, aprender nuevas habilidades y, en general, ser más conscientes del mundo concreto que les rodea.
Pero tenemos que empezar por algún sitio. Prueba estos cambios pequeños y realistas:
- Deja de utilizar el teléfono como alarma. En su lugar, utiliza un despertador de verdad. Es igual de práctico y puede ayudarte a mantenerte alejado de tu dispositivo móvil antes de acostarte.
- Apaga las notificaciones. ¿Realmente necesitas actualizaciones de Twitter y Facebook a lo largo del día?
- Controla el tiempo que pasas en tu dispositivo. Aplicaciones como «Tiempo de pantalla» y «Bienestar digital» pueden ayudarte a controlar tu uso diario. Establece un marco temporal razonable y cíñete a él. ¿Quizá sólo una hora con el teléfono después de cenar? Prueba una rutina matutina sin tecnología. Empieza por un par de veces a la semana.
- Limítate a un dispositivo cada vez: no utilices el teléfono mientras ves la televisión, utilizas el iPad o el ordenador.
- Intenta no recurrir al teléfono en situaciones sociales incómodas. Y no consultes tus mensajes de texto en medio de una conversación.
Por encima de todo: asegúrate de que no estás contestando a un mensaje rápido o utilizando la web mientras conduces.
Te esperan innumerables beneficios
Te esperan innumerables beneficios una vez que reduzcas el tiempo que pasas frente a la pantalla; quizá el más importante sea un sueño más reparador.
La luz azul artificial que emiten nuestros teléfonos provoca una alteración de nuestro ritmo circadiano, el ciclo natural que une nuestros comportamientos con las funciones de la naturaleza.
En lugar de mirar fijamente una pantalla antes y después de dormir, prueba a levantarte con la luz azul natural del cielo dando un paseo por la mañana para absorber esos rayos «despertadores»: pon tu cuerpo en marcha y aumenta tu felicidad.
Para un ritual antes de acostarse, abandona el atracón de redes sociales y prueba una técnica de respiración profunda con aromaterapia de aceites esenciales para sintonizar fácilmente con tu ciclo natural de sueño.
Un descanso de la tecnología nos permite reevaluar los hábitos poco saludables e identificar dónde podemos suprimir su uso innecesario. También nos capacita para vivir plenamente el momento presente, autorreflexionar y bajar el ritmo para disfrutar de la vida.
