Una entrevista de trabajo es como un examen. Hay muchas preguntas, algunas más fáciles que otras, y la clave del éxito es la preparación.
Las empresas realizan entrevistas para evaluar tus cualificaciones y tu adecuación a la organización. Y preguntas como «Dime 3 virtudes y 3 defectos» proporcionan al seleccionador o al director de recursos humanos una visión significativa de tu personalidad y tus capacidades.
Entender lo que esperan de tu respuesta te ayudará a elaborar una respuesta de sobresaliente y a conseguir el trabajo de tus sueños.
Navega por el contenido
¿Por qué preguntan los entrevistadores por virtudes y defectos?
Para la mayoría de los solicitantes de empleo, la entrevista es la parte más estresante de la búsqueda de trabajo.
Una de las razones por las que las entrevistas son un reto es que a menudo se basan en preguntas conductuales que no tienen una respuesta correcta o incorrecta.
El informe Tendencias Globales del Talento 2019 de LinkedIn descubrió que al menos el 75% de los especialistas en adquisición de talento confían en preguntas abiertas para evaluar las habilidades de un candidato, como la creatividad, la colaboración y la adaptabilidad.
Cuando se te planteen estas preguntas habituales, es importante que recuerdes que el entrevistador no está intentando ponerte la zancadilla.
Quiere hacerse una idea clara de quién eres como persona y posible empleado, para poder tomar la decisión de contratación correcta. En el caso de «Índicame 3 virtudes y 3 defectos», el entrevistador quiere entender las cinco cosas siguientes.
Tu autoconciencia
La autoconciencia implica reflexionar sobre tu comportamiento y tus emociones.
Las investigaciones demuestran que las personas que han desarrollado esta habilidad tienen más confianza en sí mismas, se comunican con eficacia y establecen relaciones más estrechas. En otras palabras, son mejores líderes.
Cuando se te pregunta por tus puntos fuertes y débiles, el entrevistador quiere saber si eres capaz de identificar y potenciar al máximo tus capacidades actuales, al tiempo que autocorriges tus deficiencias en beneficio de la organización.
Tu capacidad de superación
Todo el mundo tiene áreas que requieren mejora. Eso forma parte del ser humano. Tu entrevistador quiere ver si eres el tipo de persona que, cuando se enfrenta a debilidades en su conjunto de habilidades o en su carácter, pondrá el trabajo necesario para mejorar.
Tu estilo de trabajo
La forma en que respondas a esta pregunta revela mucho sobre tu personalidad.
Dependiendo de tu respuesta, el entrevistador puede evaluar si eres un jugador de equipo, lo bien que respondes a los comentarios, tu nivel de determinación y mucho más.
Cómo encajarás en la organización
A menos que tu trabajo requiera total independencia, formarás parte de un equipo más amplio.
El entrevistador querrá evaluar cómo encajan tus habilidades con las de tus compañeros, por ejemplo, si compartís puntos fuertes comunes o si alguien puede compensar tu área de debilidad.
Cómo reaccionas bajo presión
Los entornos de trabajo pueden ser estresantes, y cómo te comportas bajo presión determina lo bien que manejarás los retos y los conflictos.
Haciendo una pregunta potencialmente incómoda, el entrevistador puede evaluar tu comportamiento ante una situación difícil y si tienes el tacto necesario para aprovecharla.
Hablemos de virtudes
Al hablar de puntos fuertes, el entrevistador quiere saber qué cualidades y habilidades aportas. La pregunta se refiere tanto a lo que la empresa necesita como a lo que tú puedes hacer.
Este es tu momento bajo el sol, así que no tengas miedo de presumir un poco y demostrar que encajas perfectamente en el puesto.
Empieza preguntándote:
- ¿Por qué soy bueno en X, y cómo puedo demostrarlo?
- ¿Cómo me ayuda X en el trabajo?
Una vez que conozcas esas respuestas, podrás definir tu lista de puntos fuertes para la entrevista. Hay muchos métodos para crear respuestas convincentes a las preguntas de la entrevista. En este caso, prueba a utilizar el siguiente marco de cuatro partes:
- Tu punto fuerte.
- Ejemplo de ese punto fuerte en acción.
- El impacto.
- El valor de ese punto fuerte.
Al formular tu respuesta, ten en cuenta lo siguiente:
Sé relevante
Sea cual sea el punto fuerte que elijas, asegúrate de que se ajusta a la descripción del puesto y a los valores de la empresa.
Ofrece pruebas
Amplía tu punto fuerte aportando datos concretos y el contexto de cómo te ayudó en una situación laboral.
Sé humilde
Sí, quieres venderte, pero es esencial hacerlo sin parecer engreído. Es un equilibrio que merece la pena aprender, ya que el 76% de los entrevistadores descalificarían a un candidato por arrogante.
Asegúrale al entrevistador que eres consciente de que te queda mucho por aprender y que quieres seguir formándote.
Haz hincapié en los beneficios
Muéstrale al entrevistador cómo puedes aprovechar tus puntos fuertes para ayudar a la empresa a cumplir sus objetivos y tener éxito.
Hablemos de debilidades
A nadie le gusta hablar de sus imperfecciones, sobre todo en una entrevista de trabajo. Pero la perfección no es el objetivo, sino tener una mentalidad de crecimiento.
Reconocer tus defectos y tomar medidas para superarlos demuestra madurez, dinamismo y eficacia en la resolución de problemas, todo lo cual resulta atractivo para un director de recursos humanos.
Prepárate para esta pregunta preguntándote:
- ¿Cuál es mi punto débil?
- ¿Qué he hecho para mejorar?
- ¿Cuáles son los efectos positivos de mis esfuerzos?
Asegúrate de que tu elección es un defecto subsanable que puedes mejorar mediante formación y compromiso.
Aunque ser sincero es esencial, algunos puntos débiles, como la impuntualidad, la escasa atención a los detalles y el incumplimiento crónico de los plazos, es mejor no revelarlos. Pueden romper el trato con posibles empleadores,
Una vez que hayas elegido, replantea tu punto débil como un reto, e incluso llega a sustituir la palabra en tu respuesta. Utiliza el siguiente marco para dar forma a tu respuesta:
- La debilidad/desafío
- Consecuencias menores de la debilidad
- Pasos que has dado para superar el reto
Al formular tu respuesta, ten en cuenta lo siguiente:
Ten tacto
Mantén tu respuesta profesional y evita dar detalles personales de más.
Céntrate en la superación personal
Las acciones hablan más que las palabras. Habla de tus esfuerzos por superar este reto, incluyendo ejemplos de tu éxito hasta el momento.
Haz hincapié en la voluntad de aprender
Demuestra tu apertura al cambio afirmando que agradeces los comentarios y consejos.
E incluye detalles de cómo incorporaste las críticas constructivas a los esfuerzos por solucionar tu punto débil.
Destaca tu capacidad de compensación
Habla de las habilidades o puntos fuertes que aprovechas para compensar tus defectos. Si te cuesta gestionar el tiempo, explica cómo utilizas el móvil para crear recordatorios y programar el día para no incumplir los plazos.
Ejemplos de respuestas en entrevistas a la pregunta “3 virtudes y 3 defectos”
En el mundo de las entrevistas de trabajo, la pregunta sobre «3 virtudes y 3 defectos» es un clásico que puede hacerte sudar.
¿Cómo destacar tus fortalezas sin revelar tus debilidades de manera perjudicial? Veamos algunos ejemplos de respuestas que puedes proporcionar.
Ejemplo de virtud: gestión de equipos
Mi mayor punto fuerte es la gestión de equipos, como animar a todo el mundo a compartir su perspectiva y su experiencia única.
Al hacerlo, los empleados se sienten valorados y útiles, lo que a su vez aumenta la motivación y la productividad.
Esto me permite reducir los conflictos y entregar las tareas a tiempo, si no antes. Por eso terminé dos proyectos en la segunda mitad del año e intervine en un tercero cuando el jefe del equipo cayó enfermo.
Por lo que sé, la naturaleza de tu trabajo requiere una colaboración y un trabajo en equipo eficaces. Mis habilidades de gestión de equipos pueden ayudar a los compañeros a trabajar juntos para producir un trabajo de alta calidad.
Ejemplo de virtud: habilidades de comunicación
Una de las partes más difíciles de mi trabajo es explicar conceptos técnicos a gente nueva.
Con los años, se me ha dado muy bien tomar ideas de alto nivel y demostrar aplicaciones del mundo real a todo el mundo, desde el director general hasta los becarios de marketing.
Disfruto especialmente del momento en el que ves que el concepto encaja.
Por eso el equipo de ventas de mi anterior trabajo tenía tanto éxito. Ayudaba a nuestros representantes a entender conceptos confusos y por qué la gente necesitaba determinadas tecnologías. Como resultado, nuestras ventas superaron a las de nuestro competidor directo en un 15%.
Ejemplo de virtud: liderazgo
Una de las virtudes que me distingue es mi capacidad para liderar y motivar equipos. Durante mi tiempo en mi empleo anterior, asumí la responsabilidad de liderar un equipo de proyecto compuesto por individuos con diferentes habilidades y personalidades.
Fue un desafío, pero creo que mi habilidad para comprender las fortalezas individuales de cada miembro y asignar tareas de manera eficiente fue clave para nuestro éxito.
Logramos completar el proyecto antes de la fecha límite y dentro del presupuesto, superando las expectativas de nuestros clientes. Además, el equipo se mantuvo comprometido y motivado a lo largo de todo el proyecto, lo que resultó en un ambiente de trabajo positivo y productivo.
Creo firmemente que mi capacidad para liderar equipos y fomentar la colaboración puede ser un activo valioso para cualquier empresa que valore la eficacia y el trabajo en equipo.
Otros ejemplos de virtudes que puedes destacar son:
- Adaptabilidad
- Inteligencia emocional
- Delegación
- Iniciativa
- Habilidades de comunicación
- Construcción de relaciones
- Resolución de problemas
- Gestión de conflictos
- Orientación al detalle
- Capacidad de organización
- Gestión de proyectos
- Priorización
- Gestión del estrés
- Automotivación
- Experiencia con los retos actuales de la empresa
Ejemplo de defecto: delegación
Creo que mi mayor debilidad es mi tendencia a asumir demasiadas responsabilidades. A menudo no delego el trabajo en mis compañeros.
Mi jefe me lo señaló después de mi tercera noche consecutiva de horas extras.
Tras nuestra charla, he determinado que parte del problema se debe a que me siento incómodo diciendo a los demás lo que tienen que hacer.
Desde entonces, en lugar de asignar tareas, enumero las responsabilidades de los proyectos y dejo que mis compañeros elijan las que quieran.
Me aseguro de equilibrar las cargas de trabajo, y si sobra algo, lo asumo cuando tengo tiempo o hacemos un sorteo para ver quién lo hace.
También he empezado a trabajar en habilidades de liderazgo que me ayudarán a sentirme más cómoda dirigiendo un equipo.
Desde entonces, no he hecho horas extras, a menos que el resto del grupo se quede hasta tarde, en más de seis meses.
Ejemplo de defecto: hacer preguntas
Al iniciar un nuevo proyecto, hacer preguntas para aclarar las expectativas, los objetivos y los resultados es todo un reto.
Me entusiasma empezar algo nuevo y me lanzo sin asegurarme de tener todos los detalles. A veces he tenido que posponer la entrega o hacer horas extras para compensar un malentendido.
Tras reflexionar un poco sobre mí misma, pedí al director del proyecto que repasara mis responsabilidades antes de cada reunión inicial. Lleva cinco minutos, pero tocar las bases me ayuda a empezar con buen pie.
Ejemplo de defecto: perfeccionismo
Uno de mis defectos es que a veces tiendo a ser demasiado perfeccionista en mi trabajo. Siempre me esfuerzo al máximo para asegurarme de que cada tarea o proyecto esté impecable en todos los aspectos.
Sin embargo, esta inclinación hacia la perfección puede llevar a que invierta demasiado tiempo en los detalles, lo que puede retrasar la finalización de las tareas o proyectos.
Para abordar este defecto, he aprendido a establecer plazos realistas y a priorizar las tareas de manera más efectiva.
También busco el consejo de colegas y superiores para obtener una perspectiva objetiva sobre cuándo es suficiente y cuándo es necesario seguir adelante.
Estoy comprometido en encontrar un equilibrio entre la búsqueda de la excelencia y la entrega oportuna de resultados.
Aquí tienes algunos otros ejemplos de debilidades para empezar:
- Autocrítica
- Incomodidad al hablar en público
- Falta de flexibilidad
- Problemas de gestión del tiempo
- Procrastinación
- Poca habilidad para escribir
- Dificultad para convertir instrucciones vagas en acciones concretas
- Poca confianza
- Obstinación
- Falta de experiencia con un aspecto menor de la función
- Desorganización
- Aversión al riesgo
- No delegar
- Contundencia
Otro tipo de preguntas que pueden ir en este sentido, son:
- ¿En qué aspecto de tu desarrollo profesional diría tu jefe que tienes que centrarte?
- Si pudieras cambiar un aspecto de tu ética de trabajo, ¿cuál sería?
- ¿Hay alguna queja común que los compañeros hayan mencionado durante las revisiones de rendimiento?
Preguntas alternativas
Puede que el entrevistador quiera agitar las cosas y utilizar una formulación alternativa a «¿Cuál es tu punto fuerte?».
No te agobies: todos buscan la misma información. En su lugar, podrían preguntarte:
- ¿Por qué deberíamos contratarte?
- ¿Cuál dirían tus compañeros que es tu área de especialización más fuerte?
- ¿Cuál es la habilidad de la que te sientes más orgulloso?