La felicidad: La reconoces cuando la sientes, y definitivamente la reconoces cuando no la sientes. Aunque pocos de nosotros vamos por ahí sonriendo en un estado constante de felicidad, los sentimientos frecuentes de tristeza son un motivo para hacer una pausa y analizar por qué puede ser.
Lo contrario de la felicidad no siempre es infelicidad; si ya no te entusiasman las cosas que antes te alegraban, es otra señal importante de que algo va mal.
Las investigaciones sugieren que la felicidad es una combinación de lo satisfecho que estás con tu vida (por ejemplo, encontrar sentido a tu trabajo) y lo bien que te sientes en el día a día.
¿Has tenido últimamente la sensación de que tu mundo interior es un poco más lúgubre, incluso cuando gozas de buena salud, tienes trabajo y estás en un terreno económicamente sólido? Si es así, estas estrategias respaldadas por la investigación pueden ayudarte a responder a la pregunta «¿Por qué no puedo ser feliz?»
Navega por el contenido
¿Qué significa no sentirse feliz?
La felicidad es una emoción y un estado de ánimo que puede resultar difícil de comprender. No siempre es fácil o sencillo sentirse feliz, incluso cuando la vida va bien.
Cuando la vida va estupendamente, a menudo tenemos mayores expectativas respecto a nuestros niveles de felicidad que en otros momentos. Pero a veces, por muy bien que vayan las cosas, no parece ser suficiente para sentirnos verdaderamente satisfechos. ¿A qué puede deberse?.
La respuesta podría estar en el hecho de que nuestras vidas se componen de una combinación de distintos elementos: emociones, pensamientos, relaciones y factores externos como el dinero o el estatus, etc.
Aunque la mayoría de los aspectos de nuestra vida sean positivos, un área podría arrastrarnos e impedirnos sentirnos tan felices como podríamos.
También es posible que cuando la vida va estupendamente, nos sintamos intimidados o abrumados. Podemos empezar a dudar de nuestras capacidades, compararnos con los demás y sentir ansiedad por cometer un error o meter la pata (también conocido como síndrome del impostor).
Esto puede llevarnos a sentirnos deprimidos e insatisfechos, aunque todo sea aparentemente perfecto por fuera.
¿Es normal querer ser feliz y no poder?
Sí, es totalmente normal no sentirse feliz a veces, incluso cuando la vida va estupendamente. Todo el mundo experimenta altibajos en la vida, y la felicidad no es una emoción o un estado de ánimo constante.
Puede llevar tiempo, esfuerzo y autorreflexión comprender qué te produce verdadera satisfacción.
Lo importante es recordar que el hecho de que no te sientas completamente satisfecho, por muy buena que parezca tu vida en el exterior, no significa que te pase algo malo.
Simplemente forma parte de la experiencia humana; todos tenemos días en los que las cosas parecen demasiado perfectas o difíciles de comprender. La clave está en aprender a aceptarlo como parte de la vida y esforzarte por encontrar la alegría en distintos ámbitos de tu vida.
Sin embargo, en algunos casos, la incapacidad para sentirse feliz a pesar de las buenas circunstancias podría ser un signo de un problema de salud mental subyacente, como la depresión o la ansiedad.
La anhedonia, que es la incapacidad persistente de experimentar placer, también podría estar en juego. Es importante que prestes atención a tu bienestar mental y busques ayuda si la necesitas.
Quiero ser feliz y no puedo: las razones
Sentir un vacío que todo lo consume puede llevar a un diagnóstico de depresión, y a menudo esto ocurre tras varios indicios de que algo va mal.
Pero a veces simplemente te sientes abatido, y puede ser más difícil buscar las razones por las que simplemente no estás tan alegre como te gustaría.
Hay muchas señales que pueden explicar por qué no te sientes feliz:
No vives el momento
Pensar demasiado en lo que ha ocurrido y en lo que aún está por ocurrir puede hacer que nunca caigas en un sueño profundo y no te despiertes sintiéndote renovado y con energías renovadas.
Si siempre piensas en el futuro y en el pasado, no pasas mucho tiempo en el momento.
En cierto modo, la felicidad está estrechamente vinculada a vivir el momento. El cerebro no distingue realmente entre una emoción que estás sintiendo en ese momento y otra que estás reviviendo en tu mente.
Si piensas en la situación, pueden volver todos esos sentimientos de entonces: puedes volver a sentir la rabia en el estómago o en el pecho.
Es como una vaca, que se come la hierba y la vuelve a subir, y la vuelve a masticar, y se la vuelve a tragar, y va al siguiente estómago. Esto es exactamente lo que tú haces. Vomitarlo y masticarlo de nuevo.
Estás pensando demasiado
Algunas personas siempre dejan que su mente llegue a las peores conclusiones posibles, lo que se conoce como pensamiento catastrofista o «catastrophizing».
El catastrofismo es un hábito inútil en el que la gente cae de alguna manera. Como cualquier hábito, el catastrofismo es difícil de romper.
Los hábitos son obstinados y, en muchos casos, la gente se ha comportado de la misma manera durante años, quizá décadas. Un mal hábito siempre está dispuesto a volver a tu vida, sobre todo cuando te pones muy emocional. Pero la solución es aprender a ser racional y tranquilo.
Debes ser amable contigo mismo y paciente, y reconocer que cuanto más emocional seas, más probabilidades tendrás de no acordarte de hacerlo bien.
Entonces, cuando estamos quietos y tranquilos, y las cosas están bajo control, tenemos la oportunidad de ser lógicos.
Lo que haces con los pensamientos negativos también puedes hacerlo con los positivos. Puedes pensar en algo realmente hermoso que te haya ocurrido. Que has conocido a alguien muy agradable, o que has tenido un buen día en el trabajo.
Estás en la relación equivocada
A veces, la infelicidad puede deberse a que estás en la relación equivocada, pero temes la perspectiva de seguir solo. Ser soltero tiene múltiples ventajas que la gente no siempre tiene en cuenta.
Es posible que las personas que tienen pareja hayan dejado de esforzarse tanto por sus amistades, lo que puede acabar haciendo que se sientan más solas que nunca. Es un concepto erróneo, que una pareja romántica evite esos sentimientos.
Los solteros pueden sentirse felices y realizados en sus relaciones sin que una pareja romántica satisfaga esas necesidades. Del mismo modo que las personas casadas pueden sentir que sus necesidades sociales no están satisfechas, a pesar de tener una pareja romántica.
En general, estar con la persona equivocada puede tener un impacto nefasto en nuestro bienestar físico y mental. Así que si no hay explicación médica para la ansiedad que sientes, puede que sea hora de reexaminar tu vida amorosa y averiguar si es sana o tóxica.
Te ves como una víctima
A veces la gente no puede dejar de verse a sí misma como la víctima, preguntándose siempre «¿por qué yo?». Pero la realidad es que podría ocurrirle a cualquiera, así que ¿por qué no a ti?
La forma de replantear tu mente es dejar de generalizar. Por ejemplo, si dices que todo el mundo es malo contigo, piensa realmente si eso es cierto. Con toda probabilidad, podrás encontrar al menos una persona al día que haya sido amable contigo.
Si te ves a ti mismo como una víctima, te conviertes en víctima dos veces, porque vuelves a rebajarte.
No puedes estar solo
Tener miedo a pasar tiempo a solas puede significar que tienes autofobia, o monofobia. Las personas con este diagnóstico sienten mucha ansiedad cuando se quedan solas, potencialmente porque tienen miedo al abandono derivado de un trauma en la infancia.
Cuando estás solo, te sientes infeliz o triste por la cantidad o calidad de las conexiones sociales de tu vida.
Cuando tienes autofobia, te sientes ansioso o asustado cuando estás solo o cuando piensas en estar solo. Te sientes así independientemente de cuántos seres queridos y amigos haya en tu vida.
Para las personas que no tienen este diagnóstico, aprender a contentarte con tu propia compañía no sólo te hará más feliz a largo plazo, sino que también será beneficioso para todas tus relaciones futuras, románticas o de otro tipo.
Si ante todo te comprendes a ti mismo, podrás comprender mucho mejor a los demás. Conocerás tus necesidades y tus expectativas, y entenderás por qué ciertas personas actúan como lo hacen.
¿Cómo puedo volver a disfrutar de la vida?
Cuando ya no sientes la misma alegría o satisfacción que antes, puede parecer que la vida ha perdido su sentido.
Pero no te preocupes: hay formas de ayudarte a encontrar de nuevo la felicidad. Hay algunas cosas sencillas que puedes hacer para empezar a disfrutar de la vida de nuevo.
Conecta con los demás
Pasa tiempo de calidad con tu familia y amigos, y asegúrate de acudir a ellos si tienes algún problema. Estar rodeado de personas que se preocupan por ti puede marcar la diferencia a la hora de recuperar la felicidad.
Practica la gratitud
Centrarte en lo que tienes y no en lo que no tienes puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo. Intenta escribir tres cosas al día por las que estés agradecido o lleva un diario de gratitud.
Haz ejercicio
Asegurarse de mantenerse físicamente activo es esencial para sentirse bien también mental y emocionalmente.
El ejercicio libera endorfinas, que se ha demostrado que nos hacen sentir más felices y con más energía.
Conecta con la naturaleza
Dar un paseo por el parque, sentarse junto a la playa o simplemente apreciar la belleza de la naturaleza puede ser una forma estupenda de mejorar tu estado de ánimo y encontrar la paz en tu interior.
Céntrate en las pequeñas victorias
Alcanzar incluso pequeños objetivos -como tachar algo de tu lista de tareas pendientes, salir de tu zona de confort o pasar tiempo con tus seres queridos- puede hacerte sentir más satisfecho y en control de tu vida. Celebra cualquier victoria, por pequeña que sea.
Dedica tiempo a tus aficiones
Dedicarte a actividades que te aporten alegría -ya sea cocinar, tocar un instrumento, leer o hacer manualidades- puede ser una forma estupenda de disfrutar del momento y olvidarte de las cosas.
Practica la atención plena
Tomar conciencia del momento presente y conectar con tus pensamientos, sentimientos y sensaciones puede ayudarte a ser más consciente de ti mismo y a juzgarte menos.
¿Puedo engañar a mi cerebro para sentirme feliz?
No siempre podemos cambiar nuestras circunstancias, pero podemos aprender a ser dueños de nuestra propia mente.
Aquí tienes algunos consejos para sentirte más feliz:
- Cambia tu mentalidad: Date cuenta de que la felicidad puede ser una elección y céntrate en los aspectos positivos en lugar de obsesionarte con los negativos. Date permiso para ser feliz aunque no todo sea perfecto.
- Sonríe más: Se ha demostrado que sonreír nos hace sentir mejor. Así que acostúmbrate a sonreír y reír más a menudo, aunque al principio no te apetezca.
- Escucha música alegre: La música tiene el poder de alegrar instantáneamente tu estado de ánimo. Pon alguna de tus melodías favoritas que te levanten el ánimo y déjate llevar por ellas.
- Aprende algo nuevo: Aprender una nueva habilidad o afición puede ser una forma estupenda de darte un propósito y sentirte más seguro de tus capacidades.
- Piensa en los buenos momentos: Tómate un tiempo para recordar los buenos momentos que has vivido.
- Haz algo por otra persona: Se ha demostrado que hacer algo amable por otra persona aumenta los sentimientos de felicidad. Ayudar a los demás también puede darte un sentido de finalidad, que es esencial para sentirte satisfecho con la vida.
- Haz pausas: Hacer pausas regulares a lo largo del día puede ayudarte a aliviar el estrés y recordarte que la vida es algo más que trabajo. Dedica tiempo a hacer algo agradable o tómate unos minutos para relajarte y respirar.