En primer lugar, debes recordar que la edad sólo es un número y no hay ningún suceso mágico (ni trágico) que ocurrirá automáticamente al pasar de los 29 a los 30 años, o de los 39 a los 40.
Aunque es verdad que bajo el cambio de década, vienen algunas crisis. Es por esto que quería hacer esta publicación recordándote algunas cosas de la vida.
Las agencias de publicidad y los medios de comunicación llevan mucho tiempo generado una sensación de urgencia y de preocupación alrededor de la edad para poder vender productos, modos de vida a los que aspirar, tratamientos de fertilidad, etc. En definitiva, para obtener beneficios jugando con nuestras inseguridades.
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Reflexiones importantes al cumplir 30 años
Sé tú mismo
La sinceridad es muy importante, sobre todo en un mundo que nos dice continuamente que seamos alguien o algo que en realidad no somos. Pero es algo que requiere cierto tiempo.
Tienes que determinar qué es lo que te diferencia y asumirlo. Por ejemplo, una de las mejores decisiones que personalmente pude hacer es descubrir que soy una persona multipotencial.
¿Imaginas lo aburrida que sería la vida si todos actuásemos de la misma manera, hablásemos igual y nos vistiéramos de forma idéntica?
Es posible que te hayan condicionado para que pienses que no está bien ser como eres (esto no sólo pasa en la niñez, sino también siendo adultos). Sin embargo, sea cual sea tu caso, debes empezar poco a poco. Aprender a ser uno mismo puede suponer una renovación de tu vestuario, teñirte el pelo o comprometerte con un movimiento que te apasione.
No hace falta que te sometas a un cambio radical para ser tú mismo. Debes recordar que se trata de un proceso gradual. De hecho, cuando vayas a cumplir 30 años y reflexiones sobre ello, siempre debes tener paciencia contigo mismo.
Olvídate de las personas que no te tratan bien
Durante la veintena es normal que te centres en tu formación y en el trabajo, pero que no seas tan bueno con las relaciones. Incluso es posible que llegues a estar con personas que no te traten especialmente bien.
Eso te puede llevar a situaciones realmente dolorosas desde el punto de vista sentimental. Con el paso del tiempo, te llegarás a preguntar cómo pudiste dejar que te tratasen tan mal. Así que debes aprender a valorar más tu tiempo.
Es posible hacer un paralelismo con el dinero, que juega un papel importante en nuestras vidas porque es una necesidad. Incluso antes de que nos paguen podemos saber exactamente para qué necesitamos el dinero.
En general, no te gastas toda tu nómina a lo loco nada más recibirla. Pues igual que ocurre con el dinero, tu tiempo y tu energía son dos de los recursos más valiosos de los que dispones. Así que úsalos con cuidado.
Si alguien te hace sentir que no eres lo bastante bueno, no merece la pena que le dediques tu tiempo. Por contra, puedes dedicar tu energía a cosas que te produzcan recompensas positivas desde el punto de vista financiero, emocional y físico. Conformarte con menos nunca es una buena forma de avanzar.
Así que si vas a cumplir 30 años, tus reflexiones deberían centrarse (al menos en parte) en las cosas a las que dedicas tu tiempo y tu energía. Piensa bien en esta cuestión y no tengas miedo de dejar a un lado cualquier cosa o persona que ya no te aporte nada ni te respete.
Ábrete al cambio. Si algo no va según lo planeado no será un fracaso
Si tienes algunos sueños en la vida como mi lista de sueños por cumplir antes de morir, tienes que tener presente algo muy importante.
Y es que el fracaso siempre es un mal trago. Pero es algo que nos pasa a todos.
Además, vivir en la era de las redes sociales nos hace más mal que bien. Las personas suelen hacer públicos sus momentos más positivos y felices. Pero la mayoría de la gente no habla sobre sus fracasos.
Por eso son tan admiradas las personas que sí lo hacen. El motivo es que sus seguidores pueden identificarse con esos problemas, lo que les proporciona una fuente de liberación virtual.
Y esto es algo raro, porque todos sabemos que en la vida no existe la perfección. De hecho, si vas a cumplir 30 años, tus reflexiones deberían tener esto muy presente.
Además, se trata de algo que tienes que asumir. Es posible que sientas que los tiempos difíciles son una especie de ataque, o que te parezca que todo el mundo tiene una vida perfecta y que al universo le encanta hacerte sufrir. Sin embargo, la realidad es que la vida está llena de altibajos, como si fuera una montaña.
Durante la veintena es habitual pasar por cambios muy importantes, por lo que resulta fácil que llegues a sentirte avergonzado. En concreto, podrías sentir que no eres capaz de comprometerte con nada, pero lo más probable es que todavía no hayas encontrado tu propósito. Así que sé constante, mantente abierto a aprender cosas nuevas y a ampliar tus horizontes, y determina cuáles son tus fortalezas como persona.
No hagas caso a las expectativas de la sociedad (sobre todo cuando te acercas a los 30)
Éste es otro elemento de presión por parte de la sociedad que provoca un estrés y un sufrimiento extremos en muchas personas. No pasa nada si todavía no has conseguido lo que pensabas que lograrías: sólo usas lo que tienes para hacer lo que puedes. Hay personas que tienen la vida solucionada en la veintena, pero en otros casos no es así.
Por lo tanto, no caigas en la trampa de compararte con los demás. Corre tu propia carrera y sigue tu camino. Desconoces por completo lo que otras personas han tenido que hacer para conseguir lo que tienen. Y aunque no siempre es el caso, la envidia es una emoción totalmente improductiva.
Creo que esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres, que muchas veces se sienten presionadas por ciertas fechas límite debido a los “consejeros no solicitados” que surgen en la vida. Se trata de personas que ofrecen consejos que normalmente son bienintencionados, pero que no tienes la obligación de seguir.
De hecho, cuando una persona te ofrece un consejo, en realidad está proyectando en ti sus propias ideas y experiencias. Pero tú eres la única persona que puede hablar por ti. Si te cansa que te comparen con otras personas y tienes ganas de responder (¿quién no las tendría?), limítate a decir que “te alegra que las cosas les hayan salido así”.
No te obsesiones con el amor. Te encontrará cuando llegue el momento
A medida que comiences a formarte tu propia identidad y a sentirte más seguro de ti mismo, empezarás a llamar la atención de potenciales parejas. Sin embargo, cuando vayas a cumplir 30 años y reflexiones sobre tu vida, debes tener en cuenta que no hace falta que entretengas a todo el mundo que demuestre interés por ti.
Cuando estás en la veintena puede ser difícil mantener una relación romántica, sobre todo cuando la gente se limita a tantear el terreno y a tener relaciones informales. Así que no le des demasiada importancia.
No creo que ninguna persona de esta edad tenga que poner en duda su atractivo. Y es que merece la pena esperar por la persona que te quiera por quien eres.
Todos nos hemos preguntado en algún momento de nuestras vidas si somos lo bastante buenos. Pero lo cierto es que siempre eres lo bastante bueno.
Deja de forzar tus relaciones y dedícate a viajar por el mundo, disfrutar de experiencias, cultivar tus amistades, pasar más tiempo con tu familia, etc. Deja que el amor te encuentre.
En la mayoría de los casos, si buscas el amor o una relación seria con cualquiera, lo más probable es que tu búsqueda acabe fracasando.
Si eres capaz de encontrar una relación duradera en tu veintena será algo increíble. Pero no dejes que eso te arrebate tu magia. Debes asegurarte de que eres feliz en todo momento y, sobre todo, de que tanto tú como tu pareja sois compatibles.
Cultiva relaciones personales saludables
Las relaciones personales no se limitan exclusivamente a las románticas. En este sentido, creo que todo el mundo debería evaluar sus amistades.
Porque seguro que hay ciertas cualidades que para ti son importantes en una amistad, así que tienes que hacer lo posible por encarnar dichas cualidades. Por lo tanto, igual que ocurre con las relaciones, en las amistades tienes que establecer las pautas a seguir.
Cuando empieces a prestar atención a tus relaciones personales, también aprenderás más cosas sobre cómo fijar límites. De hecho, muchos sólo aprenden a hacerlo en los últimos años de su veintena.
Así que cuando vayas a cumplir 30 años y reflexiones sobre tus relaciones, dedica cierto tiempo a comprender cuáles son los límites más saludables y cómo puedes adoptarlos.
Si no estableces límites, malgastarás un montón de tiempo dejando que los demás te digan cómo tienes que pensar, actuar o sentirte. También acabarás dedicando tu tiempo y tu energía a hacer lo que otros quieran que hagas. Así que aprende a asumir la responsabilidad por tus propias acciones y no por las acciones de los demás.
Confía siempre en tu instinto
Uno de los errores más habituales que puedes cometer en tu veintena consiste en no confiar en tu instinto. Cuando éste habla, tienes que escuchar. Todos sabemos cuándo algo no está del todo bien. Algunos encuentran la forma de actuar basándose en lo que saben, o bien ignoran por completo lo que les dice su intuición.
Pues bien, la segunda opción puede llegar a ser muy destructiva. De hecho, hay quienes se ven en situaciones en las que las señales son claras como el día, pero aun así optan por ignorarlas porque creen que están por encima de aquello sobre lo que su voz interior intenta avisarles.
Normalmente, tu instinto valora los aspectos positivos y los negativos de una situación que puede ser saludable o no dependiendo de cuáles sean las circunstancias. En este caso, hay tres pasos sencillos que puedes dar para confiar en tu instinto:
- Despeja tu mente.
- Presta atención a cómo te sientes.
- Deja de preocuparte por lo que los demás puedan pensar de ti.
Se trata de una habilidad que tendrás que ir perfeccionando con el paso del tiempo. El motivo es que vivimos en un mundo en el que lo normal es opinar sobre todo y sobre cualquiera, sin importar si esas opiniones son útiles o perjudiciales. Así que si alguien llega a tener un doctorado en ignorar lo que piensen los demás, seguro que la sensación de liberación estará en otro nivel.
Pero hasta que llegues a ese punto, debes recordar que resulta de gran ayuda sentirte orgulloso de la persona que eres.
Incluso si no te sobra la confianza, es buena idea que la finjas hasta que te sientas más seguro de ti mismo.
Además, tienes que intentar no juzgar demasiado a los demás. Juzgar a las personas define quién eres.
Así que si vas a juzgar a alguien, debes estar abierto a cambiar tu punto de vista antes de empezar a decir cosas que puedan ser tóxicas.
Muchas personas tienen tendencia a juzgar a los demás porque crecieron en un entorno en el que se sentían que les juzgaban constantemente.
Por lo tanto, cuando vayas a cumplir 30 años, tus reflexiones deberían tener en cuenta tu forma de sentirte cuando te juzgan y te critican. Es posible que se trate de un rasgo en el que tengas que trabajar.
Averigua cuál es tu tipo de personalidad y tu estilo de apego
El día que aprendas cuál es tu tipo de personalidad según el indicador Myers-Briggs (o MBTI, por sus siglas en inglés), todo empezará a tener sentido. En concreto, podrás entenderte mucho mejor a ti mismo. Así que cuanto antes lo sepas, mejor.
Por ejemplo, si eres una persona introvertida, tu personalidad podría corresponderse con una de tipo INFJ (siglas en inglés de Introversión, Intuición, Sentimiento y Juicio).
Para determinar cuál es tu tipo de personalidad de entre los dieciséis posibles, puedes recurrir a cualquiera de las pruebas gratuitas disponibles en Internet.
En lo que se refiere a tu estilo de apego, juega un papel significativo en los tipos de relaciones que tendrás (personales, románticas, etc.). Existen distintos estilos, pero todos ellos se pueden clasificar en dos categorías: seguro e inseguro. Un estilo de apego inseguro es motivo de preocupación. Sin embargo, puedes afrontar las causas y trabajar para adoptar un estilo más seguro.
Prioriza tu tranquilidad
Una lección muy valiosa para cualquiera que esté en su veintena consiste en no tolerar nada ni a nadie que no te aporte tranquilidad, honor o felicidad. Así que cuando vayas a cumplir 30 años y reflexiones sobre tu vida, recuerda que no deberías soportar ninguna falta de respeto hacia ti.
El mundo es un lugar fantástico, pero te encontrarás con personas que te tratarán de forma horrible. Y eso no es culpa tuya.
Hay a quienes les encanta asumir que la amabilidad implica debilidad, mientras que otros se enorgullecen de sus formas destructivas.
En cualquier caso, cuando alguien se pase de la raya contigo, debes hacer algo al respecto. Ser el receptor de odio puede llegar a debilitarte, pero siempre tienes que recordar que hay alguien que te quiere.
Decir lo que piensas te ayudará a superar ese tipo de experiencias. Además, si te vuelve a ocurrir algo parecido, estarás mejor preparado para lidiar con ello.
Si una persona te trata como si fueras basura (sin importar quién sea), cuéntaselo a alguien. No reprimas las emociones negativas, porque se acabarán manifestando y harán que pierdas el control. Muchas personas lloran cuando se abren acerca de una mala experiencia, y eso es resultado del dolor y del trauma que se guardaron durante demasiado tiempo. Así que protege tu paz interior a cualquier precio.
Si la causa de tu dolor y tu tristeza es alguien próximo a ti, recuerda que es posible amar a alguien desde la distancia. No te sientas mal por hacer lo necesario para sentirte bien.
Conclusión
Dicho eso, los cumpleaños “destacados” siguen suponiendo un periodo de reflexión para muchos de nosotros.
Por lo tanto, si vas a cumplir 30 años, las reflexiones que hagas deberían servir para mejorar en tu desarrollo personal y tener una percepción más positiva de ti mismo.